Documento de posición del Grupo PPE sobre Política Regional 2.0. - Las regiones, ciudades y zonas rurales de la UE en el punto de mira del PPE

02.07.2025

Documento de posición del Grupo PPE sobre Política Regional 2.0. - Las regiones, ciudades y zonas rurales de la UE en el punto de mira del PPE

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Un tren de alta velocidad cruza un largo viaducto

El Grupo del PPE considera que las inversiones de la política de cohesión en toda la UE han tenido efectos positivos sin parangón en regiones, ciudades, islas, zonas rurales, fronterizas, remotas y ultraperiféricas. Directa o indirectamente, todos los Estados miembros de la UE han experimentado los efectos positivos de la financiación a través del presupuesto de la UE; mientras que los resultados de la multitud de proyectos locales confirman el papel indispensable de la inversión regional y local a través de la política de cohesión y ponen de relieve su papel y visibilidad en el Marco Financiero Plurianual (MFP). El enfoque de inversión a largo plazo y multiprioritaria de la política de cohesión, combinado con su aspecto de gestión compartida, ha contribuido a las prioridades de la UE, a saber, el apoyo a las pequeñas y medianas empresas (PYME), la investigación y la innovación, la digitalización, el desarrollo rural, la mejora de las infraestructuras urbanas, el turismo sostenible, las infraestructuras de transporte, la cultura y la educación, la asistencia sanitaria, las políticas sociales, los proyectos y la cooperación transfronterizos, la transición energética, la eficiencia energética, el clima y el medio ambiente.

El Grupo PPE señala que las evaluaciones realizadas por los Estados miembros sobre los resultados de las inversiones de la política de cohesión 2014-2020 muestran que, en general, la política de cohesión produjo resultados positivos en los ámbitos que apoyó. El Grupo PPE subraya que las inversiones en cohesión desempeñan un papel fundamental en el fomento de los ecosistemas de innovación y en la mejora de la resiliencia frente a las crisis actuales y futuras, incluidas las derivadas de la inestabilidad geopolítica y los desafíos relacionados con el clima, contribuyendo así al objetivo del artículo 174 del TFUE.

Teniendo en cuenta que en ausencia de estas inversiones el crecimiento del PIB habría sido menor, la política de cohesión debe seguir apoyando a todas las regiones mediante subvenciones. Una política de cohesión reforzada y eficaz es igualmente importante para las regiones menos desarrolladas, las islas, las regiones ultraperiféricas, las regiones atrasadas y las regiones que han caído en la trampa del desarrollo en los Estados miembros occidentales y meridionales. Para ello, es necesario proporcionar recursos y conocimientos técnicos adecuados a las islas, así como a las regiones ultraperiféricas de la Unión Europea, para que tengan un mejor acceso a la financiación.

El PPE, como Grupo de representantes locales y regionales, hace especial hincapié en el papel de la política de cohesión a la hora de apoyar la cooperación territorial europea (CTE) transfronteriza -objetivo clave de la política con una base jurídica diferenciada- en ámbitos como la investigación, el desarrollo y la innovación y el medio ambiente. La introducción de las "Estrategias Macrorregionales" como marcos integrados para la cooperación transfronteriza ha logrado grandes resultados. Sin embargo, deben reforzarse aún más para que se conviertan en un elemento constitutivo del proyecto europeo y desarrollen todo su potencial. En su marco debe garantizarse una mayor simplificación de la colaboración transfronteriza y la interoperabilidad de las infraestructuras y los servicios para facilitar la circulación de personas, servicios, bienes y capitales. El Grupo PPE apoya la eliminación de los obstáculos administrativos transfronterizos mediante la promoción y aplicación de soluciones como "BridgeforEU", así como un mejor acceso a los servicios públicos en las regiones fronterizas gracias a una mejor cooperación transfronteriza.

Es esencial subrayar el éxito de Interreg, que debe seguir siendo un instrumento independiente dentro de la política de cohesión, conservando sus componentes actuales. Es fundamental garantizar que "Interreg" cuente con una financiación estable, al menos en los niveles disponibles actualmente, y que los criterios de reparto de los fondos en el futuro sean transparentes, objetivos y se basen en datos fiables.

Futura política de cohesión: más fuerte, mejor, más rápida

El Grupo PPE insiste en que la próxima generación de la política regional debe seguir siendo fuerte y ambiciosa, y en la importancia de mantener una política de cohesión fuerte y adecuadamente financiada. Reafirma que la política de cohesión debe seguir siendo un pilar distinto y claramente identificable dentro del próximo MFP, con recursos y gobernanza específicos, para seguir abordando con éxito las disparidades territoriales y apoyar la inversión a largo plazo en las regiones menos desarrolladas. El modelo de ejecución debe basarse en la gestión compartida, así como mostrar un fuerte enfoque regional y local, un planteamiento basado en el lugar y una planificación estratégica a largo plazo, a través de objetivos e hitos territorializados cuando proceda. El Grupo PPE cree en la programación descentralizada y en un modelo de ejecución basado en el principio de asociación sólida con participación regional y local tanto en la toma de decisiones como en la ejecución, una aplicación reforzada del código de conducta europeo, la participación de los agentes económicos y de la sociedad civil, la gestión compartida y la gobernanza multinivel, que son elementos clave de esta política y determinan su eficacia.

El Grupo PPE considera que la financiación de las regiones, ciudades y zonas rurales debe atribuirse evaluando las necesidades reales sobre el terreno. Por lo tanto, las prioridades y los hitos deben agregarse de manera ascendente, en lugar de ser un simple ejercicio descendente. La respuesta a las necesidades regionales y locales debe estar en el centro de la elaboración de políticas para hacer frente a los retos locales y generar un sentimiento proeuropeo. En consecuencia, los entes locales y regionales deben seguir participando en el diseño, la programación y la aplicación de los fondos de la política de cohesión para garantizar el pleno respeto del principio de subsidiariedad y un enfoque ascendente. A este respecto, el Grupo considera que iniciativas de la Comisión como el Pacto entre Alcaldes de la UE, con sus 12 000 ciudades, son fundamentales en el proceso de diseño y aplicación de la próxima generación de la política de cohesión. Sin embargo, a la luz de los objetivos establecidos en el artículo 174 del TFUE, debería haber una representación equilibrada de todos los tipos de territorios en la financiación, por lo que el Grupo pide que se restrinja el ámbito geográfico de la política, ya que se basa en una comprensión estrecha y engañosa de su impacto y beneficios.

El Grupo del PPE subraya que las reformas de la metodología de rendimiento no deben seguir el modelo del FRR para evitar la rigidez de la aplicación, el riesgo de retrasos en los pagos y las demoras en la ejecución. La política regional cuenta con una metodología de rendimiento global, basada en condiciones de habilitación horizontales y específicas, que incluyen las reformas, mientras que los hitos y objetivos previstos de forma preliminar suelen estar directamente relacionados con las reformas. El Grupo PPE está decidido a oponerse a cualquier metodología que no permita flexibilidad, o que esté total o parcialmente desconectada de sus objetivos basados en el Tratado o de las necesidades reales a nivel local y regional. Debe haber una clara delimitación entre la política de cohesión y otros instrumentos políticos de la UE, a fin de evitar solapamientos y competencia entre instrumentos, garantizar la complementariedad de las distintas intervenciones y aumentar la visibilidad y legibilidad del apoyo de la UE. Es igualmente importante garantizar que no se utilicen distintos fondos de la UE para financiar los mismos objetivos o acciones, y que los fondos de cohesión complementen las inversiones nacionales en lugar de duplicarlas. Esto refuerza el uso eficiente de los recursos y fortalece el valor añadido de la financiación de la UE.

El Grupo PPE pide la participación obligatoria de los representantes electos locales, la sociedad civil y las partes interesadas sectoriales -especialmente de las zonas rurales- en la programación y la gobernanza de los fondos de cohesión de la UE. Sólo un enfoque ascendente, arraigado en las necesidades regionales del mundo real, puede garantizar una ejecución eficaz y aceptada de los proyectos.

El Grupo PPE subraya la importancia de mantener la integridad estructural y la identidad de los distintos fondos de la UE en el marco de la política de cohesión. En consonancia con el principio de subsidiariedad y eficacia, el Grupo se opone a la introducción de un "enfoque de fondo único" en el próximo Marco Financiero Plurianual (MFP). Los Fondos Estructurales, incluidos el FEDER, el FSE+ y el Fondo de Cohesión, deben seguir estando claramente delimitados y regidos por sus respectivos objetivos y marcos reglamentarios, a fin de garantizar la rendición de cuentas, la transparencia y un apoyo adaptado al desarrollo local y regional. El Grupo PPE apoya los planes de inversión integrados basados en el lugar como herramienta para adaptar las políticas a las necesidades locales. Estos planes permiten la cooperación entre municipios, empresas, comunidades y ONG para aportar soluciones a la neutralidad climática, el empleo y el crecimiento integrador. Su diseño conjunto por parte de los agentes regionales y locales libera el poder transformador de la inversión de la UE. El Grupo PPE subraya la importancia de ampliar el uso y el alcance de las Inversiones Territoriales Integradas (ITI), incluso permitiendo ITI transfronterizas en el periodo de programación posterior a 2027. Como herramientas de inversión coordinadas y alineadas con las estrategias nacionales y locales, las ITI son clave para un desarrollo cohesionado y resiliente.

Flexibilidad en un mundo cambiante

El Grupo PPE subraya que la falta de flexibilidad en la metodología de asignación podría exacerbar el ya lamentable retraso en la aplicación de la política de cohesión para 2021-2027, que debería remediarse activamente mediante otras iniciativas que permitan una mejor absorción de los fondos de cohesión, incluidos mayores niveles de cofinanciación, mayor prefinanciación y reembolsos más rápidos de las inversiones. La asignación de los fondos de la política de cohesión debería basarse en criterios transparentes y objetivos, como el PIB regional per cápita, con el fin de perseguir objetivos de convergencia económica, social y territorial. El Grupo PPE pide a la Comisión Europea orientaciones claras y una simplificación administrativa para garantizar mejores tasas de absorción y un uso eficaz de los fondos disponibles. La política de cohesión ya es ágil y flexible y está sujeta a un marco de rendimiento muy sofisticado que puede reforzarse aún más para que la política sea aún más relevante. No obstante, el Grupo PPE insiste en que una mayor flexibilidad no debe socavar la previsibilidad de las inversiones en las regiones, las ciudades y las zonas rurales. El camino hacia una mayor flexibilidad no debe inducir a la centralización de la programación y la reprogramación cercenando la participación de los entes locales y regionales. La financiación local y regional no debe ser víctima de un desarrollo a nivel central. Además, el Grupo PPE pide que se garantice un mejor acceso a la financiación para los entes locales y regionales, y para las regiones fronterizas interiores y exteriores de la UE, así como para las regiones menos desarrolladas. La necesidad de una flexibilidad incorporada a la crisis debería conducir a la creación de un eje específico para que los entes locales y regionales puedan abordar las prioridades emergentes. Por último, pero no por ello menos importante, la flexibilidad de la política desde el punto de vista de los beneficiarios es un punto clave, incluso mediante un alejamiento de la concentración temática rígida, uniforme para todas las regiones, y proporcionando a las regiones una mayor flexibilidad ya a la hora de programar la financiación, con el fin de atender a sus necesidades y especificidades particulares.

El Grupo PPE acoge con satisfacción la iniciativa de la Comisión de permitir una mayor flexibilidad en la utilización de los fondos de la política de cohesión, incluida la posibilidad de reorientar algunos fondos hacia inversiones relacionadas con la defensa y el apoyo a la joven industria europea de defensa.

El Grupo PPE subraya firmemente la importancia crítica de garantizar la seguridad alimentaria, tanto en tiempos de paz como en tiempos de conflicto. En consecuencia, el Grupo PPE solicita la posibilidad de asignar recursos de la política de cohesión a la construcción de una red de instalaciones de almacenamiento de alimentos a largo plazo, garantizando así la disponibilidad de suministros alimentarios esenciales para mantener tanto a la población civil como a las fuerzas armadas en caso de conflicto u otras emergencias.

El Grupo del PPE subraya la necesidad de reforzar el apoyo de la política de cohesión a las regiones de la UE situadas a lo largo de la frontera exterior oriental con Ucrania, Bielorrusia y Rusia, que se enfrentan a importantes presiones socioeconómicas debido a la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania. Estas regiones se enfrentan a la perturbación de las economías locales, los movimientos de población y el aumento de la demanda de servicios públicos. Dado que desempeñan un papel clave en la seguridad y la resiliencia de la UE, necesitan un apoyo específico, una mayor flexibilidad en la financiación y herramientas adaptadas de la política de cohesión para responder eficazmente a los retos actuales.

El Grupo PPE reconoce que los porcentajes de cofinanciación deben adaptarse a las necesidades reales, y sugiere que se determine el "nivel NUTS 3" cuando proceda. Esto permite reflejar con mayor precisión las capacidades presupuestarias locales y garantiza una asignación de fondos más justa y selectiva.

Resiliencia, pero no a expensas de la política

El aspecto de resiliencia de la política de cohesión no puede reducirse a su tratamiento, especialmente en términos financieros, como "herramienta de gestión" de las crisis actuales o futuras a las que se enfrenta la UE. No obstante, los Estados miembros deben tener la oportunidad de utilizar los fondos de cohesión de forma flexible en caso de que se produzca una emergencia o una crisis, si así lo deciden. La política de cohesión tampoco debería verse sometida a una extensión irreflexiva de las tendencias firmemente centralizadoras que encarnan algunos de los instrumentos más recientes, que la Unión ha puesto a su disposición para gestionar estas crisis, y que ahora existen en paralelo a la cohesión, amenazando a ambas con una "doble financiación" innecesaria para proyectos menos vitales y con una competencia superflua por la financiación. Se necesitan instrumentos específicos para hacer frente a cualquier crisis futura. Además, para evitar ineficacias y solapamientos, es esencial una clara división de funciones y una mejor coordinación entre la política de cohesión y otros instrumentos de la UE. Sin una planificación coherente, se corre el riesgo de perder el enfoque estratégico y debilitar la rendición de cuentas, especialmente cuando varios fondos operan en las mismas regiones.

Una transición justa, eficaz y realizable

La política de cohesión debe seguir fomentando el principio de transición justa, atendiendo a las necesidades específicas de las regiones, sin dejar atrás ningún territorio ni a nadie. Debe garantizarse la financiación continua del proceso de transición justa mediante la continuación del Fondo de Transición J usta con medios financieros adecuados para el periodo de programación posterior a 2027.

El Grupo PPE reconoce que las transiciones ecológica, digital y demográfica presentan retos significativos y subraya la necesidad de apoyar a las regiones a este respecto. El Grupo PPE destaca la necesidad de mantener un crecimiento económico compartido reforzando la competitividad de la Unión.

El Grupo PPE subraya la importancia del agua como vector de cohesión y recurso fundamental para lograr el equilibrio territorial y la sostenibilidad. La inversión en infraestructuras y gestión del agua debe priorizarse en el marco de la política de cohesión, garantizando un acceso equitativo y sostenible a los recursos hídricos y haciendo frente a la escasez de agua y a los riesgos de sequía, especialmente en las regiones vulnerables.

Lo sencillo siempre es mejor

El Grupo PPE subraya que los esfuerzos de simplificación no deben implicar la centralización de políticas y/o la fusión de fondos e instrumentos en un único fondo nacional. Además, las metodologías de asignación y desembolso no deben seguir el camino de los planes nacionales del FRR. Por el contrario, el Grupo considera que una vía de simplificación debe conducir a una mayor flexibilidad, al refuerzo de las sinergias y a la racionalización de las normas y los procedimientos administrativos que rigen la política de cohesión a escala de la UE, nacional y regional. Estos últimos deben perseguirse enérgicamente, basándose en el marco de gestión compartida existente y bien establecido, con el fin de reforzar la confianza entre los usuarios, fomentando la participación de un abanico más amplio de agentes en los proyectos apoyados y, de este modo, maximizando el impacto de los fondos. El Grupo PPE aboga por un mayor uso de las tecnologías y soluciones digitales en los Estados miembros para simplificar la ejecución, el seguimiento y la presentación de informes, contribuyendo así a una administración más eficiente y a una menor documentación física. El Grupo PPE subraya que un marco de la política de cohesión simplificado y más accesible no solo mejoraría las tasas de absorción y la eficiencia administrativa, sino que también contribuiría directamente a aumentar la competitividad de los territorios destinatarios acelerando la ejecución de las inversiones, facilitando la asimilación de la innovación y reduciendo las barreras de acceso a los fondos de la UE. Los esfuerzos de simplificación deben centrarse específicamente en los beneficiarios, para aliviar sus dificultades de acceso a la financiación debido a la multiplicidad de normas de elegibilidad, procesos de solicitud, tasas de cofinanciación y puntos de entrada.

Además, es necesario racionalizar el número de programas sectoriales que se solapan con la política de cohesión. Para ser eficaz, la política de cohesión debe someterse a auditorías periódicas que garanticen la correcta gestión de los fondos, al tiempo que se reduce el número de autoridades supervisoras que complican el proceso.

El Grupo PPE insta a la Comisión y a los Estados miembros a crear ventanillas únicas simplificadas y descentralizadas a nivel regional para apoyar el acceso de las PYME, los agricultores y las microempresas a la financiación de la UE. Estos centros deberían ofrecer asistencia en los procedimientos de solicitud, la presentación de informes y los requisitos de cumplimiento, especialmente en las regiones rurales y menos densamente pobladas.

Demografía para el crecimiento regional

El Grupo PPE señala que todas las regiones europeas se ven afectadas por retos demográficos (por ejemplo, el rápido envejecimiento, el descenso de las tasas de natalidad o los movimientos migratorios, que provocan una mayor escasez de mano de obra y de cualificaciones, así como la "fuga de cerebros"), pero el declive demográfico tiene un impacto más directo en algunas de ellas. Muchas regiones fronterizas, remotas, rurales, insulares y montañosas siguen perdiendo una parte considerable de su población. La política de cohesión es la mejor equipada para abordar estos retos a través de sus instrumentos actuales y futuros en todos los ámbitos mencionados.

Hay que subrayar la importancia de apoyar soluciones específicas para las regiones que experimentan retos económicos y demográficos como la desertización rural, el envejecimiento de la población, la despoblación, la soledad y el aislamiento. Este apoyo debería adoptar la forma de financiación específica e instrumentos políticos específicos y debería tener como objetivo, entre otros, mejorar la prestación de servicios públicos de calidad, fomentar la revitalización y la diversificación económicas y crear un entorno favorable para el desarrollo empresarial y la creación de empleo.

Además, el Grupo del PPE considera que la política de cohesión debería incluir medidas específicas para abordar mejor el reto persistente de la fuga de cerebros, especialmente en las regiones menos desarrolladas, rurales y en proceso de despoblación.

La mejora de las infraestructuras de transporte en estas regiones es también un elemento clave para permitir la posibilidad de que su población esté conectada con los grandes centros urbanos, reforzando al mismo tiempo su derecho a permanecer en ellas.

En el contexto de los retos demográficos y sociales de nuestras regiones, los grupos vulnerables como las personas mayores, las mujeres, las personas con discapacidad y los jóvenes requieren una atención especial. En cuanto a los fondos de cohesión, vitales para las personas con discapacidad, la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CNUDPD) recomienda que los Estados miembros asignen fondos de plena conformidad con los principios y derechos de la Convención y garanticen su pleno cumplimiento.

En particular, es importante tener en cuenta la situación estructural social y económica de las regiones ultraperiféricas de la UE, agravada por su lejanía, insularidad, reducida superficie, topografía y clima difíciles y dependencia económica de unos pocos productos, cuya permanencia y combinación frenan gravemente su desarrollo, y apoyarlas mediante medidas específicas basadas en el artículo 349 del TFUE. El Grupo PPE pide a la Comisión que reproduzca el modelo POSEI en otros sectores económicos de las RUP, como el transporte.

El Grupo PPE pide un apoyo más fuerte y adaptado a las regiones rurales y al sector de la producción primaria. La futura política de cohesión debe reconocer específicamente la contribución socioeconómica de los agricultores, los productores agroalimentarios y las PYME rurales a la vitalidad regional. Los programas deben adaptarse mejor a las realidades de las regiones escasamente pobladas y con una agricultura intensiva, centrándose en la resiliencia económica, la seguridad alimentaria y la renovación generacional en la agricultura.

Zonas urbanas para un mejor nivel de vida de todos los europeos

El Grupo PPE pide que la política de cohesión de la UE responda a los retos a los que se enfrentan las zonas urbanas. Debe desarrollarse una infraestructura de transportes moderna y sostenible para que las personas y las empresas de todas nuestras ciudades puedan conectarse fácilmente. Las importantes disparidades en los niveles de vida de las ciudades europeas suponen un obstáculo para el crecimiento sostenible, agravado por la creciente crisis de la vivienda, que requiere una respuesta adecuada, crucial para preservar el bienestar de todos los europeos.

Las reformas son clave, pero una talla no sirve para todos

Definitivamente, el Grupo PPE no rehúye las reformas y mejoras de la política de cohesión para hacerla más ágil y sencilla. Sin embargo, subraya que tales cambios deben ser razonables, y no hacer la política demasiado estricta en cuanto a las condicionalidades para la financiación, ya que tales acciones traerían consigo la amenaza de deslegitimación de la Unión a los ojos de los ciudadanos de la UE en las regiones, abriendo así las puertas a su deriva hacia el extremismo político. Al mismo tiempo, las reformas deben encontrar el equilibrio adecuado entre simplificación y buena gestión financiera, garantizando que la responsabilidad y el uso adecuado de los fondos públicos sigan siendo principios básicos sin sobrecargar a los beneficiarios. El Grupo del PPE subraya que toda reforma acertada de la política de cohesión debe adaptarse a las diversas realidades, niveles de desarrollo y capacidades administrativas de cada Estado miembro y región, por lo que aboga por la flexibilidad y la subsidiariedad en el diseño y la aplicación de los instrumentos de cohesión. Así pues, es importante que la política de cohesión siga siendo una de las principales herramientas de la UE para contrarrestar los diversos efectos que las fuerzas del mercado interior y la regulación pueden crear en los diferentes territorios y poblaciones.

Modelo de aplicación para actuar e impactar

El Grupo PPE pide que se garantice un uso más amplio de las tecnologías y soluciones digitales en los Estados miembros para simplificar la aplicación, el seguimiento y la presentación de informes, es decir, que se contribuya a una administración más eficiente y a una menor documentación física. La Comisión y los Estados miembros deben garantizar que todas las regiones de la UE tengan acceso a la banda ancha de alta velocidad para que estén en igualdad de condiciones para completar la transición digital.

La Comisión, los Estados miembros y las autoridades regionales deberían utilizar y mejorar los mecanismos existentes para detectar y combatir las irregularidades, el fraude y la corrupción en la financiación de la política de cohesión. Aunque muchas irregularidades se deben a errores involuntarios y no a fraudes, su persistencia pone de manifiesto la necesidad de mejorar el apoyo administrativo y la orientación a los beneficiarios. La simplificación de los procedimientos debe seguir siendo una prioridad clave, pero sin debilitar la rendición de cuentas ni la integridad del gasto. Los esfuerzos para reducir los errores deben ir de la mano del refuerzo de la capacidad de gestión y el mantenimiento de un control financiero sólido. Un aumento del número general de irregularidades, a menudo causadas por errores más que por fraudes, no puede servir de excusa para limitar la financiación de la política de cohesión. Dado que los errores suelen deberse a las cargas burocráticas que pesan sobre los beneficiarios, la simplificación de la política en todas sus fases debería ser la respuesta definitiva para evitarlos. La condicionalidad del Estado de Derecho es una condicionalidad general para garantizar que los recursos de la Unión se utilicen de forma transparente, justa y responsable, con una buena gestión financiera. Sin embargo, el enfoque de condicionalidad inteligente se aplicará a los Estados miembros que incumplan el reglamento de condicionalidad, de modo que los beneficiarios finales no se vean penalizados por las acciones de su gobierno.

En general, el Grupo PPE pide que se mejore la protección de los beneficiarios finales: regiones y municipios, estudiantes, PYME y agricultores. El objetivo y principio original y esencial de la política de cohesión es reducir las disparidades y no dejar a nadie atrás: esto debe preservarse plenamente.

Comunicar el éxito

El Grupo PPE subraya que la comunicación de los resultados de las inversiones regionales de la UE es clave en una Unión sometida a la desinformación. Las campañas e iniciativas de información ampliadas, oportunas y de fácil uso generan confianza en la UE, desmontan mitos y desmontan las narrativas de los euroescépticos, al tiempo que subrayan los avances, promueven los valores europeos y refuerzan la confianza de los ciudadanos. Mostrar y contar los éxitos de los proyectos es tan importante como la inversión y la aplicación de los resultados. La UE y los Estados miembros no deben rehuir comunicar y mostrar regularmente su valor añadido. Con este fin, el Grupo PPE anima a los Estados miembros a promover activamente la transparencia y la concienciación de los ciudadanos mediante la difusión pública de información clara y accesible sobre los proyectos financiados a través de los instrumentos de la política de cohesión, incluidos los finalizados, en curso o previstos.

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