Declaración de Colonia sobre competitividad

09.03.2016

Declaración de Colonia sobre competitividad

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Los medios que generan empleo y crecimiento son las iniciativas privadas, los empresarios innovadores y las empresas de nueva creación. Los políticos que digan lo contrario solo están allanando el terreno a los populistas. Aunque la UE y los gobiernos nacionales únicamente pueden establecer condiciones marco, esta tarea es capital. Solo si establecemos las condiciones adecuadas Europa podrá recuperar competitividad y encontrarse en condiciones de preservar su modelo social europeo, que se enfrenta a una fuerte competencia mundial. Así, los ciudadanos europeos  encontrarán nuevos puestos de trabajo, alcanzaremos nuestro objetivo de un 20 % de participación en el PIB de una industria competitiva y lograremos la reindustrialización de Europa. Por lo tanto, nosotros nos comprometemos a llevar a cabo las siguientes reformas estructurales a escala europea y nacional.

Aunque los populistas afirman que reducir la deuda pública supone perder soberanía, la realidad es que justo lo contrario: reducir la deuda significa recuperar soberanía y aumentar los recursos fiscales de los gobiernos, puesto que los todavía elevados niveles de deuda pública tienen como consecuencia la insuficiente disponibilidad de amortiguadores para afrontar posibles nuevas perturbaciones, reduciendo así la capacidad de inversión.

  • Insistimos en que las normas acordadas, recogidas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, deben aplicarse y ejecutarse de forma coherente y en su totalidad, a fin de recuperar la confianza de los inversores privados.

El planteamiento de la nueva Comisión es correcto: Europa debe ser grande en las cosas grandes y pequeña en las cosas pequeñas. La consolidación significa, ante todo, aplicar las normas vigentes, garantizar unas condiciones de competencia equitativas y aprovechar plenamente las ventajas del mercado único (el motor de crecimiento de la UE) sin ningún coste.

  • Animamos a la Comisión a que realice un seguimiento de los principios de proporcionalidad y subsidiariedad, y a que les preste la debida atención. El mercado de bienes debe ser reforzado mediante una mejor supervisión de los operadores del mercado, los productos y las normas y legislaciones nacionales.
  • Animamos a la Comisión a que siga fortaleciendo el proceso del Semestre Europeo y aumentando la apropiación nacional, al mismo tiempo que centra sus propuestas en ámbitos específicos de reformas fundamentales. A su vez, los Estados miembros han de comprometerse a mejorar la aplicación.

La política de competencia de la UE es fundamental para el funcionamiento de la economía social de mercado de Europa y para la realización de todo el potencial del mercado interior.

  • Pedimos que se aplique rigurosamente la legislación en materia de competencia a escala nacional y de la UE, mediante el control y la restricción de las prácticas de mercado desleales que resultan de los monopolios y las posiciones dominantes en el mercado.
  • La política de competencia debe estar en consonancia con los objetivos estratégicos de la Unión, permitiendo a las empresas europeas competir en mercados mundiales.

Podríamos obtener unas ganancias adicionales del 4 % del PIB integrando en mayor medida el mercado único, en particular, en el ámbito digital. Queremos lograr un mercado único digital competitivo a escala mundial, innovador y orientado al ciudadano. Para seguir siendo competitiva, nuestra industria debe «digitalizarse».

  • Con respecto al espacio Schengen, el Grupo PPE destaca la importancia de la apertura de las fronteras para la competitividad de Europa. Apoyamos todos los esfuerzos dirigidos a preservar plenamente este pilar de la integración europea, a pesar de los retos que plantea la crisis de los refugiados.
  • Creemos que no puede discriminarse a los consumidores en función de su ubicación geográfica. Se debe luchar contra las prácticas discriminatorias, como el bloqueo geográfico injustificado. Creemos que hay que desmantelar las barreras que frenan el desarrollo del comercio electrónico transfronterizo.
  • Queremos acelerar la digitalización de la industria europea mediante la formación relativa a competencias digitales específicas, la creación de redes y la infraestructura necesaria. Todos los Estados miembros deben promover decididamente el desarrollo de infraestructuras y continuar la digitalización de la industria con determinación, bajo la coordinación de la Comisión en materia de estandarización.
  • Queremos que Europa promueva una política favorable a la inversión en materia de nuevos avances tecnológicos, como la tecnología 5G, los macrodatos, la computación en la nube y el Internet de las Cosas.

Europa dista mucho de alcanzar su objetivo del 3 % del PIB en I+D, en particular, tiene problemas para lograr el 2 % previsto para el gasto privado. Para progresar en este sentido es necesario modificar el marco jurídico y financiero.

  • Queremos mejorar el entorno de investigación, en particular para las pymes y las empresas de nueva creación, concretamente mediante la supresión de trámites burocráticos, la mejora del marco reglamentario (esto es, la legislación concursal, el Código de Comercio, el acceso al capital de riesgo, etc.) y el apoyo a las empresas derivadas orientadas a la investigación.
  • El Grupo PPE quiere transformar la investigación innovadora en verdaderos modelos de negocio. Para ello, es necesario mejorar la interconexión y la cooperación entre los distintos programas de financiación de la UE. Respaldamos, por lo tanto, los planes de la Comisión respecto a la elaboración de una guía para las pymes.

Nuestro Grupo ha trabajado constantemente, y continuará haciéndolo, por impulsar proyectos concretos propuestos por la Comisión destinados a facilitar las condiciones de financiación para las pymes, en particular el capital de riesgo y otras formas de financiación mediante fondos propios, ya que las pymes crean ocho de cada diez puestos de trabajo.

  • Sobre la base del Plan de acción de la Comisión para una unión de los mercados de capitales, el Grupo PPE negociará normas sobre titulización y capital-riesgo como cuestión prioritaria, con el objetivo de ofrecer un marco atractivo para las pymes, los negocios familiares y las empresas de nueva creación.
  • Solo el 13 % de nuestras pymes realizan actividades empresariales fuera de las fronteras de la UE; la UE debería, por lo tanto, apoyar la internacionalización de las pymes. Lucharemos por que nuestras pymes tengan acceso a una mayor cuota de mercado fuera de la UE.
  • Pedimos a la Comisión que mejore el marco relativo a la financiación bancaria y que mantenga el factor de apoyo a pymes para los requisitos de capital.
  • Seguiremos fomentando la financiación adecuada de instrumentos y programas presupuestarios que faciliten el acceso a la financiación para las empresas privadas, prestando especial atención a las pymes y las empresas de nueva creación. La política de cohesión constituye el principal instrumento estratégico de la Unión orientado a los resultados para invertir en crecimiento y empleo, y está estrechamente relacionado con el Semestre Europeo. Destacamos la importancia de coordinar con más firmeza la inversión de la política de cohesión con la de otras políticas de la Unión, creando sinergias y aumentando el efecto de apalancamiento. Todos los fondos de la UE, en particular el Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas, deben destinarse a aumentar la competitividad de nuestro sector productivo.

La edad efectiva de jubilación debe tener en cuenta la mayor esperanza de vida y la tendencia demográfica. Los gobiernos del PPE han demostrado que esto contribuye a estabilizar las cotizaciones a la seguridad social, lo que establece un incentivo para crear puestos de trabajo y, al mismo tiempo, estabiliza las finanzas públicas.

  • Pedimos que se adapte el sistema de pensiones a la situación demográfica y se ofrezcan incentivos específicos para la contratación de trabajadores de más edad.

Los mercados laborales eficaces son esenciales para la creación de nuevos puestos de trabajo estables.

  • Hacemos un llamamiento a los Estados miembros para que hagan que sus mercados laborales sean más flexibles, evitando al mismo tiempo el empleo precario. Los Estados miembros deben adoptar medidas encaminadas a reducir el trabajo no declarado y a aumentar la participación en el mercado laboral, especialmente de los jóvenes, reduciendo al mismo tiempo los impuestos sobre el trabajo para lograr que trabajar resulte rentable y manteniendo la recaudación fiscal global.
  • Debe aumentarse la movilidad laboral en Europa, para lo que es necesario mejorar las posibilidades de empleo de los trabajadores en el extranjero, establecer un sistema para el pleno reconocimiento de capacidades y cualificaciones, y hacer un gran esfuerzo por mejorar las aptitudes lingüísticas de nuestra población activa.
  • Siguiendo un enfoque de mejores prácticas, los Estados miembros deberían aprender los unos de los otros, por ejemplo, mediante el establecimiento de sistemas de formación profesional dual, que han demostrado ser especialmente útiles para la enseñanza de capacidades pertinentes para el mercado laboral. La nueva estrategia de competencias de la Comisión puede proporcionar un importante impulso a este respecto.
  • Deben realizarse todos los esfuerzos posibles para aumentar la participación de las mujeres en el mercado laboral, haciendo especial hincapié en el fomento del emprendimiento femenino.
  • Las instituciones de la UE y todas las administraciones públicas deben trabajar para garantizar que los ciudadanos de la UE adquieran las competencias digitales necesarias exigidas en la actualidad. Debemos garantizar que estas competencias siguen el ritmo de los avances tecnológicos, mediante la formación a lo largo de toda la vida.
  • Es necesario un cambio en la cultura empresarial a favor de unas condiciones laborales más flexibles y atractivas, en particular para hacer frente a la dura competencia internacional en lo que respecta a los trabajadores cualificados.

Los ciudadanos y las empresas esperan, con razón, una administración pública eficiente, siendo este un requisito para la adhesión a la UE. Debido a la creciente interdependencia en el mercado interior, la calidad de la administración pública ha cobrado mayor importancia como un factor de competitividad. Sin embargo, demasiado a menudo, los obstáculos administrativos aumentan los costes para las empresas, en particular para las pymes y las empresas de nueva creación, y obstaculizan la innovación y la creación de empleo.

  • Insistimos en que se lleve a cabo una prueba de las pymes vinculante. Todas las evaluaciones de impacto deben analizar el impacto sobre las pymes, reducir al mínimo la carga normativa, así como prevenir y reducir los costes burocráticos.
  • Pedimos a los Estados miembros y a la Comisión que establezcan una administración pública eficiente, eficaz y transparente en todos los niveles de gobierno y que utilice plenamente los instrumentos de administración electrónica, ya que la administración pública no puede quedarse al margen de la digitalización.

La energía es uno de los elementos clave para determinar la competitividad de la economía europea y, en particular, de nuestra industria. La política del Grupo PPE en materia de clima y energía fomenta la competitividad industrial de Europa, puesto que trabajamos por transformar el actual proceso de desindustrialización en una reindustrialización de Europa.

  • Nuestro objetivo es garantizar un suministro de energía constante, inteligente y sostenible a un coste razonable para nuestras empresas, en particular los consumidores industriales, y para los hogares.
  • Eliminar las barreras que impiden el libre flujo energético a través de las fronteras es esencial para consolidar la Unión Europea de la Energía.