Crear una Europa más competitiva

Creemos que el mercado único europeo es esencial para la mejora de la competitividad. Europa debe completar el mercado único de servicios y continuar la agenda digital para garantizar su potencial poción de liderazgo en el mercado digital mundial.

Al mismo tiempo, creemos en la reindustrialización de Europa. Europa debe mejorar su competitividad industrial evitando una excesiva carga reglamentaria a sus empresas.

Europa también necesita una política energética común sostenible, un mercado único de la energía que funcione, basado en los principios de mercado y que una nuestro poder adquisitivo. Estas medidas, junto con inversiones en infraestructura energética transfroteriza, lograrán una mayor seguridad, independencia y diversidad de nuestro abastecimiento energético, con precios competitivos y asequibles que contribuyan al crecimiento económico y la creación de empleo.

Inversiones de futuro

Europa debe crear un entorno favorable para las PYMES, facilitando mejores condiciones legales para la creación de nuevas empreaas y su financiación. Las empresas y los pequeños negocios necesitan acceso a créditos con tipos de interés similares y asequibles, e instrumentos de financiación modernos como el capital riesgo, el crowdfunding o los bonos; asi como condiciones de acceso a la financiación y a las licitaciones públicas equivalentes a nivel nacional y europeo.

También exigimos un marco que permita a las empresas invertir más en investigación y desarrollo. El Marco Financiero Plurianual (MFP) debe centrarse más en la innovación, la inversión, la creación de empleo y el crecimiento económico en Europa.

Los más de 350.000 millones del presupuesto europeo destinado a políticas de cohesión hasta 2020 son claves para fomentar la inversión, la competitividad y la solidaridad; y tienen que utilizarse para fomentar el crecimiento. Al mismo tiempo, Europa debe actuar hoy de manera responsable para evitar endeudar a las generaciones futuras.

Respaldo a las futuras generaciones

La economía europea debe basarse en los principios de la Economía Social de Mercado, un modelo que combina la conciencia social con los principios de un mercado dinámico y que en en el pasado ha garantizado estándares de vida altos y beneficios sanitarios y sociales para todos los ciudadanos europeos necesitados. El empleo, el crecimiento y el comercio son los tres pilares de la Economía Social de Mercado.

La UE tiene que apoyar las políticas de salud preventiva de los ciudadanos europeos, en concreto aquellas destinadas a mantener una vida saludable. El esfuerzo conjunto de la UE debe dirigirse a reducir la cargas financiera y social de las enfermedades no transmisibles como el cáncer.

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