¿Qué ocurre cuando se va la luz en una economía moderna?

16.06.2025

¿Qué ocurre cuando se va la luz en una economía moderna?

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Ingeniero eléctrico trabajando

Un apagón es más que un inconveniente: es una dura llamada de atención. El 28 de abril, un importante apagón afectó a España y Portugal, perturbando la vida cotidiana y poniendo de relieve un problema mayor: La red eléctrica europea está anticuada y mal equipada para las exigencias del siglo XXI.

También subraya el riesgo de que las regiones mal conectadas sufran consecuencias más graves.

Sin embargo, el apagón no fue más que un síntoma de un problema mucho más profundo: en toda Europa, nuestra red eléctrica ya no es adecuada para su propósito. Construida para una época distinta -la de los combustibles fósiles y las centrales eléctricas centralizadas-, tiene dificultades para adaptarse a la realidad actual: energía descentralizada y limpia y demanda creciente de vehículos eléctricos, bombas de calor e infraestructura digital.

Las consecuencias del envejecimiento de estas infraestructuras son imposibles de ignorar. En toda la UE, las redes anticuadas, la lentitud de la planificación y la falta de inversión están frenando tanto la transición ecológica como el crecimiento económico. Si no hacemos nada, corremos el riesgo de incumplir los objetivos climáticos, ser vulnerables a las crisis energéticas y restar competitividad a la industria europea en la escena mundial.

Los ciudadanos y las empresas ya sienten la presión. La gente quiere electricidad asequible y fiable. Las industrias quieren energía limpia para competir a escala mundial. Las comunidades locales quieren albergar energías renovables y beneficiarse de ellas. ¿A qué se debe el retraso?

La respuesta suele ser el retraso. Un asombroso 40% de las redes de distribución europeas tiene más de 40 años. Para 2030 serán necesarios casi 500.000 millones de euros de inversión para modernizar las redes y evitar la congestión. E incluso cuando se dispone de financiación, la burocracia ralentiza las cosas. Algunas grandes líneas de transmisión tardan más de una década en ser aprobadas. Es un sistema diseñado para el pasado, no para las necesidades urgentes de un futuro con cero emisiones netas.

El problema no es la falta de tecnología o de dinero, sino la falta de liderazgo político.

El Grupo PPE está a la vanguardia de los esfuerzos para impulsar estos cambios. Creemos que modernizar y ampliar la red eléctrica europea es esencial para una Europa competitiva, segura y sostenible. Esto significa tratar el desarrollo de la red como un bien público y una prioridad estratégica.

Creemos que modernizar y ampliar la red eléctrica europea es esencial para una Europa competitiva, segura y sostenible.

Estamos liderando los esfuerzos en el Parlamento Europeo para acelerar la concesión de permisos, reforzar la interconexión entre países e invertir en la infraestructura que hace posible una red limpia y resistente, no sólo cables y torres, sino las herramientas ocultas que mantienen todo estable: almacenamiento, sistemas de control digital, generación firme y despachable libre de carbono y tecnologías críticas de carbono cero como volantes de inercia y condensadores síncronos. Aunque puedan parecer técnicas, desempeñan un papel vital para evitar apagones y garantizar el equilibrio del sistema a medida que aumentan las fuentes de energía renovables.

Para tener éxito, debemos actuar en tres frentes:

Primero, modernizar y ampliar la red urgentemente y a través de las fronteras.

Segundo, invertir en tecnologías de apoyo que garanticen la resistencia, la flexibilidad y la estabilidad.

Tercero, aumentar las energías renovables, no sólo por el clima, sino por la independencia energética y la asequibilidad a largo plazo.

Por supuesto, nada de esto sucederá a menos que los líderes políticos lo traten con la urgencia que exige. El mensaje del Grupo PPE es claro: la red ya no es una idea tardía, es la columna vertebral del futuro de Europa.

El mensaje del Grupo del PPE es claro: la red ya no es una ocurrencia tardía, es la columna vertebral del futuro de Europa.

¿Qué pasa cuando se va la luz? No son sólo las luces las que parpadean: son nuestra ventaja económica, nuestros objetivos climáticos y nuestra vida cotidiana. Pero con decisiones audaces y la inversión adecuada, podemos convertir un sistema frágil en una base para el crecimiento.

Debemos despertar a la urgencia del desarrollo de la red. La próxima década determinará si construimos una Europa competitiva y con cero emisiones netas o si nos quedamos rezagados frente a los competidores mundiales.

Notas a los editores

El Grupo PPE es el grupo político más numeroso del Parlamento Europeo con 188 Miembros de todos los países

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