Acuerdos comerciales para proteger nuestro modo de vida europeo

21.02.2024

Acuerdos comerciales para proteger nuestro modo de vida europeo

Contenedores de carga con bandera de la Unión Europea en el puerto

La riqueza y prosperidad de Europa dependen en gran medida de nuestras relaciones comerciales abiertas con el resto del mundo. Somos el continente con el comercio más abierto del mundo, situado geográficamente entre la mayor economía, Estados Unidos, y los continentes más poblados y dinámicos, Asia y África. A pesar de este enorme potencial, la agenda comercial de Europa está estancada. Si queremos mantener nuestro liderazgo mundial, acordar nuevos acuerdos comerciales con el mundo democrático es esencial para perseguir nuestros intereses, proteger nuestros valores y reequilibrar nuestras relaciones con China. El comercio mundial ha cambiado radicalmente en las últimas décadas y siglos. Construido sobre los bulliciosos mercados de las antiguas civilizaciones, la aparición de las rutas comerciales medievales y el advenimiento de la globalización moderna, el paisaje económico de Europa ha sido moldeado por siglos de intercambios comerciales. Sin embargo, a veces resulta difícil comprender la importancia del comercio libre y justo para Europa. En lugar de mercados, los contenedores son ahora la cara más típica del comercio moderno y de la interconexión de las economías de todo el mundo. Imagine esos 96 millones de contenedores que se manipularon en los principales puertos de la UE en 2022 alineados en fila. Se extenderían tanto que podrían dar la vuelta a la mitad de la Tierra unas 145 veces. Sólo el año pasado, las exportaciones de la UE ascendieron a más de 2,3 billones de euros, lo que convierte a la UE en el segundo exportador mundial después de China. Europa sigue manteniendo su legado, reconociendo el papel fundamental del comercio para impulsar el crecimiento económico, fomentar la innovación y reforzar los lazos diplomáticos. Con más de 30 millones de puestos de trabajo europeos dependientes del comercio exterior y con la previsión de que la mayor parte de la expansión económica mundial tenga lugar fuera de las fronteras europeas, está claro que nuestra prosperidad depende de unas políticas comerciales sólidas.

Con más de 30 millones de puestos de trabajo europeos dependientes del comercio exterior, y con la mayor parte de la expansión económica mundial prevista fuera de las fronteras de Europa, está claro que nuestra prosperidad depende de unas políticas comerciales sólidas.

Pero en el horizonte se vislumbran grandes retos. El déficit comercial de la UE con China se ha disparado hasta la asombrosa cifra de 390 000 millones de euros en 2022, duplicándose en sólo dos años. A pesar de la necesidad de una agenda comercial revitalizada, nos encontramos luchando contra las barreras erigidas por facciones populistas tanto de izquierdas como de derechas. Pero nuestras políticas comerciales no se limitan a los beneficios económicos, sino que encarnan nuestros valores y normas. Para nosotros, cualquier estrategia comercial debe reflejar los intereses europeos, garantizar la reciprocidad y salvaguardar sectores vitales como la agricultura. Rechazamos la idea de refugiarnos en fortalezas aislacionistas. Por el contrario, abogamos por el compromiso con la comunidad mundial al tiempo que fomentamos las alianzas estratégicas, en particular dentro de una Unión de Democracias. La solidaridad entre las naciones occidentales es primordial, sobre todo frente a competidores formidables como China. Por ello, abogamos por un compromiso más profundo con regiones como América Latina y el Indo-Pacífico, basado en los principios de equidad y beneficio mutuo. Por lo tanto, necesitamos nuevos acuerdos comerciales, justos e inteligentes, acordes con nuestros intereses, valores y normas europeas, como con Mercosur o Australia. África también se perfila como un socio fundamental en nuestros esfuerzos comerciales. Un nuevo paradigma de asociación comercial con África debe trascender las meras transacciones económicas. Debe dar prioridad al desarrollo mutuo, la prosperidad y la democracia, abordando las dependencias globales de recursos clave y potenciando al mismo tiempo a las comunidades locales. Un elemento central del planteamiento de nuestro Grupo es una estrategia global de reducción de riesgos destinada a mitigar las incertidumbres y fomentar el crecimiento sostenible, por ejemplo diversificando nuestra cadena de suministro de materias primas esenciales mediante nuevos acuerdos comerciales inteligentes.

A medida que trazamos el camino a seguir, es crucial reconocer que la política comercial no es una empresa en solitario, sino un esfuerzo de colaboración que requiere coordinación, innovación y un firme compromiso con nuestros valores compartidos. La política comercial europea debe evolucionar para afrontar los retos de un panorama mundial en rápida transformación. Si adoptamos una agenda comercial inteligente, podremos navegar por las complejidades del mundo moderno salvaguardando al mismo tiempo nuestra seguridad, nuestros intereses económicos y nuestra competitividad. Juntos, forjemos un camino hacia un futuro más próspero, interconectado y equitativo para todos.

Notas a los editores

El Grupo PPE es el grupo político más numeroso del Parlamento Europeo con 177 Miembros de todos los países

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