Una Europa adaptada a la era digital

13.09.2021 10:39

Una Europa adaptada a la era digital

Aviso importante

Este documento ha sido traducido automáticamente.


Mostrar versión original
Mujer de negocios tocando una pantalla virtual

El Estado de la Unión soporta los efectos masivos del virus COVID-19. Los efectos sanitarios y económicos son enormes, pero también lo son los políticos, sociales y culturales. Sin embargo, sólo podremos salir de la crisis si trabajamos juntos.

La pandemia del COVID-19 nos ha demostrado que las herramientas digitales son esenciales en nuestra vida cotidiana y sólo van a ser más importantes en el futuro. Las empresas tecnológicas europeas luchan por competir a nivel mundial: las difíciles condiciones de inversión y un mercado de la UE fragmentado no han ayudado. Los gigantes digitales extranjeros se benefician de nuestro mercado interior y nuestras infraestructuras. Por ello, las propuestas de la Comisión Europea sobre la Ley de Servicios Digitales y la Ley de Mercados Digitales son más que bienvenidas. Esperamos que la Comisión sitúe el principio de equidad del mercado en el primer plano de las nuevas normas. Debe haber una señal fuerte y convincente de que la UE va a construir un mercado interior digital de manera que se respeten los derechos de cada individuo, cada consumidor y cada empresa de la UE.

Los mecanismos preventivos propuestos para los llamados "guardianes" de nuestro territorio prevén un proceso mucho más rápido y sanciones para quienes incumplan reiteradamente nuestras normas europeas. Estas grandes empresas no hacen sino crecer, pero no necesariamente mejorar. Las nuevas normas digitales, como la obligación de compartir datos, deben poner cuidadosamente límites a este comportamiento pícaro de las grandes plataformas.

Las normas sobre los contenidos compartidos en las redes sociales y los mercados en línea deben adaptarse al mundo digital de hoy y de mañana. El principio rector es que lo que es ilegal fuera de línea debe serlo también en línea. Debemos proteger a nuestros usuarios de los abusos y las prácticas comerciales desleales. Es vital detener la difusión de contenidos ilegales en Internet, especialmente cuando afecta a los europeos más vulnerables.

Esperamos que la Comisión establezca la salvaguarda de la libertad de expresión como principio clave a la hora de dar forma a la nueva legislación. Dado que las plataformas en línea se han convertido en importantes foros de debate, no podemos tener un "ministerio de la verdad" que decida qué voces y opiniones deben escucharse, ya esté situado en Bruselas o en Silicon Valley.

Incluir las plataformas de terceros países en la propuesta cierra, al menos parcialmente, una laguna muy grande de la legislación anterior que permitía la entrada en la UE de productos ilegales desde los mercados online.

No queremos destruir a las grandes tecnológicas, sino ayudarlas, y a las empresas en general, a innovar más, basándonos en los valores europeos, sin caer en la trampa del proteccionismo. El mensaje de Europa debe ser "game over" a las prácticas comerciales desleales.

Al mismo tiempo, esperamos que la Comisión evite crear cargas desproporcionadas para los mercados en línea más pequeños. Las pequeñas y medianas empresas deben quedar excluidas de las cargas administrativas en la medida de lo posible, para que tengan margen para crecer e innovar. Esperamos que la Comisión, junto con los Estados miembros, presente una hoja de ruta para lograr una reducción de al menos el 30 por ciento de las cargas administrativas.

Debemos garantizar que Europa también se sitúe a la cabeza en los dos ámbitos de innovación esenciales del futuro: Inteligencia Artificial y Digitalización. Necesitamos una estrategia coordinada de la UE en materia de Inteligencia Artificial como proyecto europeo para este nuevo siglo. Desbloquear el poder de los datos salvaguardando al mismo tiempo la competencia, la innovación y la privacidad en los mercados digitales creará un paisaje económico digital global coherente.

Queremos que la digitalización de nuestra economía y la ciberseguridad vayan de la mano. Una economía de datos sólo puede florecer cuando se garantiza la confianza en los productos, las aplicaciones y la infraestructura. Queremos asegurarnos de que todas las infraestructuras y productos conectados a Internet en la UE sean seguros por diseño, resistentes a los incidentes cibernéticos y rápidamente parcheados cuando se descubran vulnerabilidades. También queremos una mejor coordinación entre los gobiernos de la UE, ya que la ciberseguridad es en gran medida también competencia nacional. Para lograrlo, debemos reforzar el papel de la Agencia Europea de Seguridad de las Redes y de la Información. No debe haber ambigüedad ni fragmentación en las legislaciones nacionales sobre requisitos de ciberseguridad para infraestructuras, productos conectados y servicios.

Las cuatro libertades que permiten la libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales -el Mercado Único Europeo- son esenciales para abrir nuevas posibilidades en beneficio de todos: trabajadores, empresas y consumidores. Esperamos que la Comisión dé prioridad en su agenda al fortalecimiento del Mercado Único Europeo.

Andreas Schwab, eurodiputado, Coordinador del Grupo IMCO del PPE y ponente del PE sobre Mercados Contestables y Justos en el Sector Digital (Ley de Mercados Digitales).

Notas a los editores

El Grupo PPE es el grupo político más numeroso del Parlamento Europeo con 179 Miembros de todos los países

Contenido relacionado