No prescribe la condena a cadena perpetua por abusos sexuales a menores

"¿Qué clase de sistema judicial le dice a un superviviente de abusos a menores que ha esperado demasiado para hablar?".

Abuso sexual infantil. Sé que tu instinto es mirar hacia otro lado. Por favor, no lo haga. En su lugar, considere lo siguiente: la edad media de revelación no es de 10 u 11 años, ni de 18 o 19, es de 52 años.

Deja que eso se hunda. Cincuenta y dos. En otras palabras, el abuso sexual infantil es una cadena perpetua.

Las estadísticas son importantes para los responsables políticos, y las estadísticas son desalentadoras. Según estimaciones del Childlight Global Safety Institute, cada segundo se abusa de diez niños en todo el mundo. Aunque las cifras pueden ser estremecedoras, a menudo ocultan una verdad crucial: el abuso sexual infantil es profundamente personal, invasivo y oculto.

Un tercio de los niños víctimas de abusos nunca se lo cuentan a nadie. Algunos se sienten abrumados por la vergüenza o la culpa. Otros temen que no se les crea. Muchos no saben en quién confiar. Algunos ni siquiera se dan cuenta de que lo que les ha ocurrido es abuso. El silencio no es una elección: es un síntoma del trauma. Y ese silencio puede durar décadas. Si las víctimas están condenadas a toda una vida de sufrimiento, ¿cómo podemos permitir que sus agresores eludan su responsabilidad simplemente porque ha pasado el tiempo?

El Grupo PPE insiste en la abolición total de los plazos de prescripción para procesar a los abusadores de menores. El tiempo no debe borrar la responsabilidad. No debe haber una "zona segura" que comience cuando se agote el tiempo. Nunca debe permitirse que los abusadores de menores se refugien en las sombras de las leyes caducadas. Una cadena perpetua para las víctimas debe significar una posibilidad de justicia de por vida.

El tiempo no debe borrar la responsabilidad. No debe haber una "zona segura" que comience cuando se agote el tiempo. Nunca debe permitirse que los pederastas se refugien en las sombras de leyes caducadas. Una cadena perpetua para las víctimas debe significar una posibilidad de justicia de por vida.

Los abusadores tampoco deben sentirse seguros detrás de pantallas o imágenes sintéticas. El Grupo PPE acoge con satisfacción, sin reservas, la criminalización de las imágenes de abuso sexual infantil generadas por IA, tanto las herramientas que las generan como el propio contenido. Seamos claros: no existen imágenes "sin víctimas" cuando se trata de abusos a menores. Estas creaciones digitales basadas en imágenes reales distorsionan la dignidad humana, reducen a los niños a mercancías digitales y envalentonan a los depredadores tras un velo de innovación.

También debemos criminalizar los atroces "manuales de instrucciones" que circulan por los rincones más oscuros de Internet: guías paso a paso que ofrecen consejos sobre cómo abusar de menores sin dejar rastro y cómo eludir la detección. No son meras palabras ni experimentos mentales. Son hojas de ruta premeditadas para arruinar vidas jóvenes. La mera existencia de este tipo de material es un insulto a la decencia y una amenaza para todos los niños. El Grupo PPE se mantiene firme: quienes producen, distribuyen o utilizan estas guías son cómplices y deben responder penalmente por ello.

El abuso de menores es tan antiguo como el tiempo. Lo que es nuevo es la tecnología que lo permite y facilita. Pero eso no significa que estemos indefensos. No somos observadores pasivos en la era digital. Tenemos poderosas herramientas a nuestra disposición.

Podemos y debemos establecer un marco jurídico que obligue a contar con líneas directas que funcionen y estén bien dotadas de recursos para denunciar y eliminar rápidamente los contenidos abusivos. Debemos exigir a los proveedores de servicios de Internet y a las plataformas que tomen medidas rápidas e inflexibles para retirar ese tipo de material. Debemos trabajar a través de las fronteras con claridad y urgencia.

También debemos garantizar que nuestras leyes contengan una definición clara e inequívoca del consentimiento, que no pueda ser tergiversada ni utilizada como arma por quienes se aprovechan de los desequilibrios de poder. Un niño no puede consentir un abuso. Fin de la historia.

Los niños no pueden protegerse a sí mismos de estos delitos: es nuestra responsabilidad protegerlos, y todos debemos desempeñar nuestro papel. Construyamos un sistema jurídico que refleje la realidad vivida por los supervivientes: que las consecuencias de los abusos no caducan. Y la justicia tampoco debería hacerlo.

Construyamos un sistema jurídico que refleje la realidad vivida por los supervivientes: que las consecuencias de los malos tratos no caducan. Y la justicia tampoco.

Sin prescripción. Sin ocultamientos. Acción inmediata.

Jeroen Lenaers, eurodiputado y negociador jefe del Parlamento Europeo para la revisión de la Directiva relativa a la lucha contra los abusos sexuales a menores.