Hagamos que Internet sea seguro para nuestros hijos

El Grupo PPE aboga por reforzar la protección de los menores en Internet. En una votación en la comisión parlamentaria de Mercado Interior y Protección del Consumidor, el PPE votó hoy a favor de nuevas medidas para proteger a los menores de contenidos nocivos, algoritmos adictivos y explotación comercial.

"Internet tiene inmensas ventajas, pero no se diseñó pensando en los niños. Se enfrentan a numerosos riesgos en línea. Tenemos una generación de jóvenes en crisis de salud mental. Los medios sociales podrían ser un factor contribuyente. La autorregulación no ha funcionado. ¿Cuánto tiempo más tenemos que esperar?", dijo la eurodiputada Dóra Dávid, negociadora del informe en el Parlamento Europeo.

El Grupo PPE propone que los menores de 16 años no puedan registrarse en las redes sociales ni en las plataformas para compartir vídeos sin el consentimiento paterno. Esta medida equilibra los derechos y la seguridad de los niños, al tiempo que reconoce la responsabilidad de los padres para decidir cuándo su hijo es lo suficientemente maduro.

"Los padres -no los algoritmos- deben ser los encargados de educar a nuestros hijos. Por eso propusimos el consentimiento paterno para los menores de 16 años. Pero no pueden ser sólo los padres, de lo contrario sería una lucha entre David y Goliat. Todos -padres, colegios y empresas tecnológicas- tienen que desempeñar su papel en la protección de los niños en Internet", añadió Dávid.

El Grupo también pide que se prohíban determinadas prácticas comerciales dirigidas a los niños. "Una vez que los niños tienen edad suficiente para acceder al espacio digital, también tenemos que garantizar que sea seguro para ellos, por ejemplo, prohibiendo las recomendaciones basadas en perfiles que alimentan la adicción. La educación y la concienciación tanto de los niños como de sus tutores también son fundamentales. También queremos prohibir que las plataformas incentiven el 'kidfluencing', una tendencia creciente que hace a los niños dependientes de las plataformas, de la retroalimentación de la comunidad como likes, views, feedback, y de la presión para crear constantemente contenidos con fines comerciales", concluyó Dávid.