El Parlamento Europeo aprueba varias propuestas del Partido Popular en las nuevas normas para el transporte por carretera

A pesar de la fuerte división entre grupos políticos y Estados miembros, la Comisión de Transportes ha dado su visto bueno a nuevas normas en los ámbitos del cabotaje, el desplazamiento de conductores a otros países, los periodos de descanso y el uso del tacógrafo digital.

Debido a su importancia en el mercado interior y para el transporte de mercancías, el transporte por carretera está sometido a complicadas normas de la Unión Europea que, en muchas ocasiones, son un problema para los conductores españoles que realizan su trabajo en otros países de la Unión Europea. De hecho, España es uno de los países con mayor presencia en las carreteras europeas debido a su competitividad y a las exportaciones de los sectores agrícola e industrial.

La Comisión Europea, ante la presión de los países centrales de la Unión Europea - en particular Alemania y Francia - aprobó en 2017 una serie de propuestas que levantaron todas las alarmas en los países más alejados del centro geográfico de la Unión Europea, entre ellos España. A las habituales peticiones de algunos países de imponer peajes y tasas en todas las autopistas, se sumaron las relativas al control de los salarios y los contratos de los conductores que realizan su trabajo por toda Europa. Algunos interpretaron las nuevas propuestas como una muestra más del proteccionismo de los países más centrales y prósperos de la Unión Europea: Francia, Alemania, Austria, Bélgica, Holanda y Luxemburgo. Esa división también existe en el Parlamento Europeo y se ha puesto de manifiesto en la votación de hoy. Aunque se ha llegado a algunos acuerdos, ha habido muchos votos discrepantes.

El Eurodiputado del PP, Luis de Grandes, había propuesto simplificar la documentación que los conductores deben tener disponible durante las operaciones de transporte, en caso de control. La Comisión de Transportes ha aprobado su propuesta de que los conductores no deban llevar consigo el contrato laboral o las nóminas de los dos últimos meses, tal y como proponía la Comisión Europea. En caso de que lo solicite un país, la empresa sí tendría la obligación de enviar la documentación pertinente sobre las condiciones laborales del conductor. Otras obligaciones de documentación han sido sustancialmente simplificadas mediante el uso de medios electrónicos, facilitando así la labor de los conductores y evitando que los controles se conviertan en un medio arbitrario para retrasar las expediciones durante horas.

La Comisión de Transportes también ha aprobado una expresa llamada de atención a los Estados miembros propuesta por Luis de Grandes, para que “se eviten demoras innecesarias en la realización de las medidas de control que puedan afectar a la duración y fechas previstas de los desplazamientos”. Al estar tan regulado el sector en relación con los tiempos de conducción y descanso, cualquier retraso durante el control podría alterar el plan de transporte de los conductores y ocasionar graves retrasos. La utilización de medios electrónicos por parte de las empresas y las administraciones puede facilitar el intercambio de información y el control de las expediciones de transporte para asegurar que estas se realizan cumpliendo las normas aplicables y, en particular, la normativa laboral.

En líneas generales, el voto del Parlamento Europeo supone un endurecimiento de las normas sobre desplazamiento de conductores, condiciones para el cabotaje, descanso en cabina y aplicación del tacógrafo digital. Pero gracias a la labor realizada por los Eurodiputados españoles, las cosas no han ido tan lejos como hubieran querido los del centro de la Unión Europea. La Eurocámara se pronunciará definitivamente en la Sesión Plenaria del 11 al 14 de junio. Si no hay enmiendas y se aprueban los mandatos de negociación, comenzarán las negociaciones con el Consejo. El Gobierno de España tendrá que defender su posición, acompañado por los países más periféricos de la Unión Europea.