Potenciar Europa: Una visión para la seguridad energética y las materias primas críticas

21.02.2024

Potenciar Europa: Una visión para la seguridad energética y las materias primas críticas

Ingeniero eléctrico trabajando

El proyecto europeo se construyó sobre la energía y con la energía. Tras la devastación de la Segunda Guerra Mundial, optamos por integrar nuestra producción de carbón y acero para reconstruir nuestras economías. Desde entonces, nunca hemos dejado de construir juntos nuestro éxito: una mayor integración energética ha conducido a una mayor prosperidad. Por eso nuestras economías necesitan un acceso continuo a una energía segura, eficiente y sostenible. Cuando Putin invadió brutalmente Ucrania, los precios de la energía en Europa se multiplicaron por 15 en cuestión de semanas. La energía no es solo una mercancía, es un activo vital. Debemos construir por fin una verdadera Unión de la Energía que garantice que nuestro suministro energético no pueda ser chantajeado, que los ciudadanos puedan pagar sus facturas y que dé a nuestras empresas una verdadera ventaja competitiva en la economía del futuro.

La guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y la crisis energética nos han demostrado que dependemos demasiado de nuestros rivales geopolíticos. Europa ha reducido casi por completo su dependencia del gas ruso, pero seguimos siendo vulnerables en materia de energía y materias primas críticas. La dependencia es una amenaza constante para nuestra seguridad y competitividad. Entre 2021 y 2022, el coste de algunas importaciones energéticas se triplicó, afectando a sectores clave de nuestra economía como los bienes de consumo y la industria manufacturera. Los agricultores y productores también vieron aumentar sus costes de combustible y fertilizantes en más de un 30%. Para seguir siendo competitivas, nuestras industrias necesitan una estrategia a largo plazo para su abastecimiento de recursos, incluidas las materias primas fundamentales. La demanda de estos materiales se duplicará en los próximos 30 años, pero en Europa sólo producimos unos pocos. Europa produce actualmente menos del 1% de las baterías de litio del mundo, una tecnología necesaria para los coches eléctricos y el almacenamiento de energía. En un mundo en el que todos compiten por estos recursos, Europa debe convertirse en un actor clave. Para evitar depender de terceros países, primero debemos identificar nuestras vulnerabilidades. Por eso necesitamos cartografiar las cadenas de suministro mundiales estratégicas, como se aborda en la Ley Europea de Materias Primas Críticas. Debemos aumentar la resiliencia creando cadenas de valor seguras y competitivas para que la producción y transformación de determinados materiales estratégicos se realice dentro de la UE y esté más cerca de nuestros mercados.

Debemos construir por fin una verdadera Unión de la Energía que garantice que nuestro suministro energético no pueda ser chantajeado, que los ciudadanos puedan pagar sus facturas y que proporcione a nuestras empresas una verdadera ventaja competitiva en la economía del futuro.

Necesitamos una Unión de la Energía basada en tecnologías verdes para producir más energía en Europa y reducir nuestras importaciones. Esto incluye el hidrógeno en sus diversas formas. Debemos invertir en infraestructuras energéticas transfronterizas. Nuestro mercado de la electricidad debe basarse en una red eléctrica europea totalmente interconectada. Si diversificamos las importaciones y aumentamos la producción nacional de energía baja en carbono en general, ya nadie podrá chantajearnos con recortes de petróleo y gas. Como Grupo del PPE, creemos en el poder del mercado. La ecologización de nuestra combinación energética requerirá instrumentos basados en el mercado, que ofrezcan los incentivos adecuados a las personas y las empresas. El RCCDE es la herramienta adecuada para ello, pues ha demostrado su éxito. Nuestro objetivo es que más países de todo el mundo sigan este ejemplo.

La pobreza energética es ya una realidad en muchas regiones, donde las familias han visto cómo sus facturas de electricidad aumentaban un 20% en los últimos años. El Green Deal es un acuerdo con la gente. Mientras los Verdes y la izquierda proponen más objetivos y prohibiciones tecnológicas, nosotros queremos liberar la capacidad de innovación de Europa para suministrar una energía sostenible para el planeta, las personas y la industria. Queremos una Unión de la Energía que garantice que los ciudadanos puedan pagar sus facturas. Eso significa invertir en edificios energéticamente eficientes, ayudar a las familias a hacer frente a los costes de renovación y ofrecer a las empresas, incluidas las PYME, incentivos para que adopten prácticas más sostenibles.

La integración europea empezó con la energía porque nuestros padres fundadores sabían lo importante que era. Europa tiene ahora una oportunidad: construir una verdadera Unión de la Energía que garantice una energía asequible, nos haga menos dependientes de los Putin de este mundo y proteja al mundo y a sus habitantes.

Notas a los editores

El Grupo PPE es el grupo político más numeroso del Parlamento Europeo con 177 Miembros de todos los países

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