Economía Digital en la UE: es la hora de acelerar

03.03.2015 16:34

Economía Digital en la UE: es la hora de acelerar

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Las Tecnologías de la Información y la Comunicación impregnan ya todos los sectores de la economía, hasta el punto que el crecimiento de la economía digital se puede calificar de explosivo. Muy pronto Internet se convertirá en el mercado central de la economía global.

Los datos no permiten dudas: el tráfico en Internet se multiplicará  en dos o tres años, y las comunicaciones por banda ancha móvil se doblan cada año. A finales de 2015, habrá 25 billones de dispositivos inalámbricos conectados globalmente; en 2020 serán 50 billones. Cada minuto se generan en el mundo 1.7 billones de bytes, el equivalente a 360.000 DVDs; en otras palabras, más de 6 megabytes de data por persona al día.

El sector de las TIC produce ya el 5% del PIB Europeo, con un valor de mercado de 600.000 millones de euros al año; genera el 25% de la inversión empresarial de la UE en I+D y es directamente responsable del 20% del incremento de la productividad anual. Sin embargo, si se tiene en cuenta la creciente implicación de estas tecnologías en todos los sectores económicos, su impacto real es mucho mayor.

Hoy estamos asistiendo a una plena incorporación de las TIC en todos los sectores industriales. La Industria 4.0 está presente en todos los sectores. El del automóvil, el de la eficiencia energética y el de la asistencia sanitaria se encuentran entre los más visibles, pero hay muchos más. No debemos olvidar, por otro lado, el potencial del entorno digital para crear permanentes oportunidades y modelos de negocio innovadores y disrutptivos.

Hay grandes oportunidades que a su vez incorporan nuevos desafíos. Son nuevos retos a los que hay que encontrar soluciones. Por ejemplo, el de la confianza, sin la cual no es posible que avance de manera consistente la economía digital. La confianza nos remite tanto a las cuestiones relacionadas con la seguridad como a la protección de la privacidad de los individuos. En ambas áreas, tanto los sectores industriales como las instituciones políticas trabajan en la búsqueda de las soluciones más eficientes.

Por otro lado, el despliegue de redes de banda ancha de nueva generación es crucial. Es necesario seguir desarrollando redes de 4G para garantizar la máxima velocidad de las comunicaciones móviles, así como de 5G, tecnología todavía en experimentación pero que se configura como determinante para la interconexión entre objetos de toda índole (internet of things, machine to machine, etc.). Todo esto obliga a tomar pronto decisiones sobre gestión del espectro radioeléctrico, en especial aquéllas que afectan a los procedimientos de otorgamiento y condiciones de uso de las licencias de espectro para comunicaciones inalámbricas de banda ancha.

Para que la economía digital pueda alcanzar todo su potencial competitivo en Europa, es vital que haya un Mercado Único Digital. No nos podemos quedar por detrás de otras regiones del mundo. Está en juego el crecimiento y el empleo. Ya ni siquiera se puede mantener la velocidad de crucero: es la hora de acelerar.

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