PP urge a la UE a acelerar proyectos y diversificar suministros para responder al control chino de materias primas

Estrasburgo, 25 de noviembre de 2025. - El Partido Popular ha defendido hoy en el pleno de Estrasburgo la necesidad urgente de que la UE se proteja frente al control chino de las materias primas, advirtiendo de que Europa no puede permitirse vulnerabilidades estratégicas y de que debe acelerar proyectos propios, fortalecer instrumentos de defensa comercial y diversificar proveedores para reducir la dependencia de China.

Durante su intervención, el eurodiputado Juan Ignacio Zoido planteó que la respuesta de Europa ante las crecientes fricciones comerciales con China debe ser triple: “dialogar, defender y diversificar”.

En primer lugar, dialogar, “porque nuestra prosperidad, al igual que la de China, depende del comercio, y sencillamente estamos condenados a entendernos”. “Debemos evitar escaladas de tensión que son mutuamente perjudiciales”, zanjaba Zoido. Por ello, el eurodiputado popular valoró positivamente la decisión de Pekín de levantar los controles sobre algunos minerales, aunque “debemos seguir trabajando para eliminar las restricciones pendientes que limitan nuestra capacidad industrial”.

En segundo lugar, defender. “Europa no puede aceptar que el comercio se emplee como arma política. Los europeos tenemos suficientes herramientas en nuestro arsenal comercial para impedirlo, pero debemos usarlas de una manera más coordinada y más veloz en la defensa de nuestros intereses”, planteó Zoido.

Y, en tercer lugar, diversificar. “La mejor defensa de nuestra autonomía no es la autarquía, sino una integración más amplia y equilibrada en las cadenas globales de suministro”, puntualizó Zoido. Por ello, los europeos “necesitamos extender nuestra red de proveedores de materias primas críticas en Iberoamérica y África, y reforzar las alianzas con socios como Japón, Canadá o Australia”, subrayó el exministro.

En definitiva, dijo, “no se trata de confrontar con China, sino de construir una relación más equilibrada, más previsible y más sólida. Una relación en la que el comercio sea una auténtica fuente de prosperidad compartida, y no un mecanismo para explotar nuestras vulnerabilidades”.

La eurodiputada del PP, Susana Solís, ha subrayado que Europa no puede seguir siendo ingenua frente a China. “Ayer mismo, el primer ministro chino nos anunció su intención de crear una alianza internacional para reforzar aún más su control sobre las tierras raras. Esto es una señal preocupante: Pekín está dispuesto a institucionalizar el uso de materias primas como herramienta de presión geopolítica”, alertó. 

En este sentido Solís ha destacado que China controla prácticamente todo el procesamiento mundial de tierras raras del que depende Europa y somete a miles de empresas europeas “a licencias opacas, restricciones arbitrarias y exigencias de información confidencial para autorizar las exportaciones”. Algo que, a su juicio, supone “un riesgo sistémico para la competitividad industrial europea”.  

Para Susana Solís, Europa no busca el desacoplamiento, pero tampoco puede aceptar la vulnerabilidad. “Hay que diversificar suministro, acelerar proyectos europeos de extracción y refino, coordinar instrumentos de defensa comercial y garantizar que ninguna cadena de valor esencial sea rehén de decisiones unilaterales tomadas fuera”. La eurodiputada ha concluido haciendo un llamamiento a una Europa preparada y unida para defender su industria, advirtiendo a la Comisión Europea de que “el tiempo apremia”. 

Por su parte, el eurodiputado Nicolás Pascual de la Parte, recalcó que “las recientes restricciones a la exportación de materias primas impuestas por China son una respuesta directa a nuestras políticas en materia de vehículos eléctricos y semiconductores, y forman parte de una escalada en la confrontación”. Ante esto, “debemos reaccionar de manera inteligente. Esto significa que no podemos desvincularnos completamente de China, pero sí debemos reducir riesgos y revisar nuestras dependencias”, planteó.

Para ello, es necesario aplicar la llamada doctrina de seguridad económica, que integra muchos de los instrumentos de los que ya dispone la Unión. 

“No necesitamos crear nuevas herramientas, sino coordinar mejor las existentes, incluidas las que forman parte de programas europeos como el European Resource Program, diseñado precisamente para abordar este tipo de vulnerabilidades”, dijo Pascual de la Parte.

Además, abogó por diversificar nuestras fuentes de suministro recurriendo a nuestros aliados tradicionales: Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón e incluso Filipinas. Y, finalmente, “mantener con China un diálogo crítico que nos permita defender nuestros intereses y transmitir con claridad nuestros mensajes”, concluyó