Zoido alerta de que el aumento de las exigencias medioambientales a los agricultores puede provocar un aumento del populismo euroescéptico en países como España

El eurodiputado del PP Juan Ignacio Zoido ha recordado hoy que los agricultores y ganaderos europeos “necesitan un apoyo real” para afrontar la crisis provocada por el coronavirus y no un aumento de las exigencias de normas medioambientales por parte de la UE, y ha advertido que la estrategia actual puede provocar un aumento del populismo y del euroescepticismo en países del sur de Europa como España.

“Los agricultores y ganaderos no quieren ni reconocimientos ni premios, lo que quieren es que desde Bruselas no se les impongan más limitaciones y requisitos exacerbados” a su trabajo, ha dicho Zoido en relación a las estrategias recientemente planteadas por la Comisión Europea como “De la granja a la mesa” o de biodiversidad para 2030.

“Lo que necesitan los agricultores y ganaderos es un apoyo real”, ha insistido Zoido durante una reunión hoy de la comisión de Agricultura del Parlamento Europeo con el comisario euroepo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius.

“Históricamente, los agricultores y ganaderos han sido los grandes defensores del proyecto europeo”, ha recordado Juan Ignazio Zoido, que es portavoz adjunto de Agricultura de Grupo Popular Europeo.

Pero esto está cambiando y muchos agricultores y ganaderos se sienten decepcionados”, ha advertido Zoido, que ha sido secundado en esta posición por otros eurodiputados.

“Por primera vez en países como España estamos viendo quemar banderas europeas en explotaciones agrícolas, y lo hacen en protesta por las exigencias medioambientales y el desamparo ante la competencia desleal de terceros países”, ha lamentado.

“El siguiente paso, de seguir así, es que el voto irá a partidos populistas, extremistas y euroescépticos”, ha adelantado Zoido, por lo que ha insistido en la necesidad de proteger al sector y ha pedido al comisario europeo que “plantee objetivos medioambientales realistas y alcanzables por parte de nuestros agricultores”, ya que en lo que respecta a las exigencias medioambientales “lo mejor suele ser enemigo de lo bueno”.